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Te quiero tanto que sufro
y no lo hago por quererte,
aunque no te quiero querer;
es porque no sabes quererme
ni aunque... me pretendas querer.
Acabo de dejar en la tumba de mi esposa unas flores frescas mira por donde siempre que le subo flores me acuerdo de esta foto... las dejo y ne mi mente pienso: Cariño por tu clavel...
Margarita que te inclinas
buscando el rayo de sol
la culpa la tiene el árbol
que quiere para él
los rayos que tuyos son.
Quién pudiera como tú
de tal manera inclinarse
y buscar brillos de amor
en los silbidos del aire.
He escaneado 2530 diapositivas y de todas ellas elijo esta, en la que están mi mujer y mi hija. "Una imagen vale más que mil palabras" pero para mí, esta foto, vale millones.
Que bien puedo relajarme,
está tan callado el pueblo
que: no se escuchan los grillos;
en la calle no hay corrillos
ni tampoco ladran perros
Un pequeño ronroneo
suelta el ordenador
y el pulsar lento de teclas
es lo que escucho ahora yo.
Me he sentado a escribir
porque ante tanto silencio
necesitaba algún ruido
para que acudiera el sueño.
viendo que por lo que escucho
tampoco me va a llegar
me voy a vestir para irme
a la terraza del bar
A estas horas habra gente,
aguardando, a la fresca
y se irán para la cama
cuando en sus casas se meta;
en mi casa no hace falta
pues aquí siempre estoy fresco
y siempre estoy en la cama
con la sábana en el cuerpo
Una cerveza bien fresca
no creo me siente mal
pues desde luego la leche
para conciliar el sueño
no me la voy a tomar.
Robres, 5 de julio de 2011
M. Fajó