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La mayoría de las gaviotas no se molestaban en aprender sino las normas de vuelo más elementales: cómo ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer.
Para ésta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar.
Más que nada en el mundo. Juan Salvador Gaviota amaba volar.
Este modo de pensar, descubrió, no es la manera con que uno se hace popular entre los demás pájaros.
Durante los días sucesivos,intentó comportarse como las demás gaviotas; lo intentó de verdad, trinando, y batiéndose con la Bandada, cerca del muelle y los pesqueros, lanzándose sobre un pedazo de pan u algún pez. Pero no le dió resultado.
Es todo tan inútil, pensó y deliberadamente dejó caer una anchoa duramente disputada a una vieja y hambrienta gaviota que le perseguía.
Podría estar empleando todo este tiempo en aprender a volar.
¡Hay tanto que aprender¡
Un 10 para tu actualizacion , como siempre.
Bueno la foto es una maravilla,aunque sea pequeña...lo de las fotos tendremos que estudiarlo...o salen muy grandes o muy pequeñas...
Un abrazo Benet .
Si que es bonita la foto pero raro eso del tamaño, en cambio a mi me salen mas grandes de lo que quiero.
Pues si que agarre una buena gripe ! No es raro en mi pero siempre en tres dias mejoro y ahora llevo mas de una semana y estoy fatal ! Sera que no llueve ? El aire debe estar lleno de virus...
Juan Salvador Gaviota siempre con una lección que se puede extraer. Una metáfora perfecta sobre el aprendizaje de la vida, de la unión del espíritu y el cuerpo... un canto a la libertad interior y exterior y con ese afán que todos deberíamos tener de superación. Te caes y te levantas fortalecido.
Y de la foto, poco se puede añadir además de su belleza... lo del tamaño también es verdad, quizá un poco más grande permitiría que los detalles se apreciaran mejor.
Buenas noches querido Benet.
Quien no ha leido a Juan Salvador Gaviota... pero hoy me quedo con tu foto que me parece preciosa.
Besos