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Te podría decir las palabras más hermosas
En todos los idiomas y dialectos jamás creados,
Te escribiría los versos más bellos
Y las melodías más sublimes
Pero aun así no basta para expresarte mi gratitud.
Fue como en aquel cuento, que de niña, tanto me gustaba escuchar
En el que una princesa, bajo un hechizo, yace dormida en una torre
Esperando ser despertada por el primer beso de amor de su príncipe,
Y tú, sin intención, fuiste mi príncipe, quien me despertó de mi sueño eterno.
Me abriste los ojos a un mundo nuevo lleno de colores,
Me regalaste una ilusión y un motivo para seguir viviendo,
Rompiste las cadenas que me ataban al suelo,
Encontraste la llave y abriste la puerta
Y ahuyentaste a esa maldita soledad que me acechaba ahí dentro.
Pero como en toda historia que esta basa en mi vida,
Siempre existe un lado triste y desolado,
El pequeño y simple detalle, de que, no te conozco,
Tan solo fueron cinco minutos a tu lado,
Los cinco minutos más especiales de mi vida.
Podría segur divagando con todo esto,
Pero no debería, no tengo que hacerlo
Estoy cansada de construir castillos para dos
Sabiendo que al final siempre estaré sola.
Me gustaría tanto que tú fueras la diferencia,
Ese final inesperado que ansió para la historia de mi vida,
Pero siento que te estoy pidiendo demasiado,
Que estoy llenando la balanza y casi toca el suelo,
Tal vez tú no eres mi escritor ni mi príncipe,
Tal vez solo fuiste una coincidencia o una simple pretensión mía.
En medio de toda esta locura, sé que existe un poco de cordura
Algo que me hace tocar tierra, algo de lo que estoy completamente segura,
Y es que al cerrar los ojos y recordar esos momentos,
Se me llena el corazón de agradecimiento;
Tal vez para ti fue uno de esos días en los que todo sale mal,
Pero para mí fue uno de esos pequeños detalles que te cambian la vida,
Y así fue, cambiaste mi vida.