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No es hasta que aparece Thomas Lefroy (quien inspirará posteriormente a la escritora para crear el personaje del Sr. Darcy en Orgullo y prejuicio), un futuro abogado con fama de vividor, cuando en Jane empiezan a surgir sentimientos contradictorios hacia él: después de una mala primera impresión (Jane no soporta al arrogante abogado irlandés); posteriormente, ambos se van conociendo poco a poco; y, al final, terminan enamorándose.