Piper se encarga del menú de la boda del hijo de una de las familias más ricas de San Francisco. En medio de todos los preparativos Piper y Phoebe sospechan que algo raro está sucediendo. La que debería ser la novia, Allison, no lo es y otra persona ocupa su lugar. Ésta es Jade, un demonio que necesita casarse con el novio, Elliot, con el fin de tener un hijo para que éste tenga apariencia humana. Para ello embruja a Elliot dejándolo sin conciencia de lo que está sucediendo. Un sacerdote que sabe que Jade es un demonio, intenta acabar con ella, pero una de sus amigas demonios le rompe el cuello y lo tira por la ventana. Andy y Morris sospechan que la caída del sacerdote por la ventana no ha sido un simple accidente y piden a la familia los videos de las cámaras de seguridad, descubriendo en ellos una conversación que delata a Jade. Piper, Prue y Phoebe intentan parar la boda, pero en su intento Jade se lleva al novio a una habitación de la casa. Las Halliwell la siguen y Prue consigue meter a las demonios en el puñal con el que el sacerdote intentó acabar con Jade, que es donde se deben quedar para siempre.
