Le gustaba sentirse ingrávida. Si se lo proponía era capaz de girar sobre su propio eje o realizar piruetas al borde de la realidad o inclinarse hacia donde más pesaba la balanza o dar volteretas entre la locura y la cordura o pasar horas con la cabeza en el sur. Era capaz de todo menos de poner los pies sobre la tierra.
Y así desnudó el tiempo, ese mismo tiempo que solo queria vestirla de melancolía
Artistaaaaaaa mas que artistaaaaaaaaa
Muaaaaaaaaak
