var isMobileBrowser=false;
El resplandor azul de esa ventana recuerda pretéritos imperfectos. Observo con tranquilidad el cambio. Tus pómulos y una próxima estación cerrando una historia en una historia. Dos círculos concéntricos perfectos
Y entre la gente caían aves muertas que no sabían nada de resurrecciones y tú no dejabas de mirarme como pidiéndome explicaciones. Y al final nunca supe si entendiste o no, que las aves mueren porque el viento trae pólvora entre sus pliegues. Somos aves, me dijiste. Somos viento, te dije
Hoy, sin proponérmelo, di un paso atrás. Y te recordé en blanco y negro con la serenidad de los glaciares
Un roce al paso, una mirada fugaz entre las sombras, bastan para que el cuerpo se abra en dos. Ávido de recibir en sí mismo otro cuerpo que sueñe. Mitad y mitad. Sueño y sueño. Carne y carne. Iguales en amor, iguales en deseo. Sólo una esperanza, porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe
Ahora, cuando el destino ya no es una excusa sino la soledad. Y los ojos están bajo el tejado como tú los dejaste, todo recuerda a un sueño de madrugada
La vi en el horizonte, nocturna. Llena de alas quietas como buscando el calor de la luna. Me acerqué a ella, parecía una estrella dormida. Al notar el temblor de mi respiración, levantó el vuelo y cruzó el aire como una flecha en llamas, como una predestinación encendida para mas tarde posarse en mi hombro, dejando su beso en mi cuello
Me conmueve el recuerdo de tu piel blanca y triste. Del descubierto de tu noche. De la mano que dejaste olvidada en mi mano
Ella, superviviente de un tsunami a corazón abierto y otros naufragios del alma, perdió su mirada a la deriva...
Y ves que los renglones se estrechan. Las letras se amontonan y comprendes el hueco imposible, el espacio que nunca compartimos y este bello recurso de contarte la vida poblando de historia y de sueños las hojas tibias del dolor que tanto me recuerdan tus muslos o tu espalda
Un día, aunque el amor sea el amigo implacable de la lluvia, de mi casa a tus ojos no habrá naufragios
Me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado
Al tocar lo que amas te quemas los dedos, y sigues, sigues , sigues hasta abrasarte todo. Después, ya en pie de nuevo, tu cuerpo es otra cosa, es la estatua de un héroe muerto en algo, al que no se le ven las cicatrices
Nada más contradictorio que ser mujer... Mujer que piensa con el corazón, actúa por la emoción y vence por el amor. Que vive un millón de emociones en un sólo día, y transmite cada una de ellas con una sola mirada. Que vive buscando la perfección y vive tratando de buscar disculpas para los errores de aquellos a quienes ama. Que hospeda en el vientre otras almas, da a luz y después queda ciega, delante de la belleza de los hijos que engendró. Que da las alas y enseña a volar pero no quiere ver partir los pájaros, aún sabiendo que no le pertenecen. Que se arregla toda y perfuma la cama, aunque su amor no perciba más esos detalles. Que como una hechicera transforma en luz y sonrisa los dolores que siente en el alma, sólo para que nadie lo note. Y aún tiene fuerzas, para dar consuelo a quien se acerca a llorar sobre su hombro. Feliz el hombre que tan sólo por un día sepa, entender el alma de la mujer.
Alma de mujer