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Este pasado fin de semana hemos hecho una escapada por las Sierras de Cuenca y Albarracín. Así el viernes 13, después de instalarnos en la Hospedería de Cañete, seguimos camino para visitar la ciudad de Albarracín, generalmente calificada como de las más bellas de España.
Albarracín, que se asienta en el istmo y la península que forma el río Guadalaviar, está rodeada en sus cuatro quintas partes por un profundo tajo que hace de foso defensivo. Es ciudad de origen medieval. Concretamente fue en el siglo XI, cuando el clan bereber de los Banu Razin se instalan en el lugar, en su búsqueda de nuevos pastizales para sus ganados. La ganadería lanar ha sido su principal fuente económica.
Cuenta con abundantes monumentos, como la Iglesia de Santa Maria, la Catedral, el Palacio Episcopal, algunas mansiones señoriales, entre las que destaca la de los Monterde, y una peculiar arquitectura popular donde destacan la casa de la Julianeta, la casa de la calle Azagra, la plaza de la Comunidad y la pequeña y evocadora Plaza Mayor.
Pero el encanto de Albarracín está sobre todo en el trazado de sus calles adaptadas a la difícil topografía del terreno, con escalinatas y pasadizos y en el conjunto de su caserío de muros irregulares, de color rojizo, con entramado de madera, en difícil equilibrio, con aleros que se tocan.
Albarracín no es ajena al despoblamiento generalizado de este territorio. Si a finales del siglo XIX rondó los 2.000 habitantes, actualmente se ha reducido a la mitad y apenas supera los 1.000 habitantes.
La ciudad se encuentra propuesta por la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Imagen propia: Vista desde el aparcamiento, destacando la Torre de la Catedral del siglo XVI con una sola nave y capillas laterales. En su museo hay buenos tapices flamencos historiados con la vida de Gedeón.
Hermoso Paisaje
Gracias Por el Like
angela.69Hace una hora
maravillas10Ayer a las 21:07
Joaki-00727/03/2024
27/03/2024
AMeiga27/03/2024