La algas son tradicionales en la cocina japonesa, donde incluso se usaron para pagar impuestos al Emperador. Pero actualmente van poco a poco introduciéndose en la cocina occidental, como una muy importante fuente de vitaminas y minerales sin grasas ni azúcares. Aunque se han venido usando en la alta cocina, ahora empiezan a llamar a las puertas de los hogares. Conocidos chefs como Ferrán Adriá (El Bulli) o Adúriz (Mugaritz) han sido pioneros en trabajar con algas.

En nuestro país, aunque ya se recolectaban para la industria cosmética y farmacéutica, se comenzaron a comercializar como producto gastronómico en los 90. Los pioneros fueron Antonio Muiños y Rosa Mirás, fundadores de la empresa gallega Porto Muiños, que ya vende hasta 350 toneladas anuales. 

Hay unas 10.000 especies de macroalgas en el mundo, pero en la cocina occidental se usa poco más de una decena de ellas y cada una tiene un sabor y texturas particulares. La especie, la forma de procesarla y de cocinarla afecta a su sabor, que puede ser delicado o más fuerte, a mar. Para iniciarse en su consumo aconsejan algunas como el wakame, perfecta para ensaladas, el dulse, que combina bien con cereales cocinados (arroz, lentejas...) o espagueti de mar de textura crujiente y carnosa que recuerda el sabor de la verdura de tierra fresca.

Me informaré si por esta zona existe algún lugar donde poder probarlas.

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