Podríamos decir que los españoles somos básicamente cafeteros. Al menos un café con el desayuno y otro café después de comer. Nos acostumbramos a él y se convierte en casi imprescindible para nosotros. Claro que en ocasiones con la edad nos vemos obligados a renunciar a su inconfundible aroma por aquello de la hipertensión, y hemos de recurrir al descafeinado.
Friedlieb Ferdinand Runge fue un químico alemán que investigó sobre la belladona y al que un buen día el poeta Goethe le pidió que analizara unos granos de café. Lo que Runge descubrió es posiblemente la droga más consumida en el mundo moderno: la cafeína.
La primera persona que descubrió un método práctico de descafeinización fue otro alemán, Ludwig Roselius, jefe de la compañía de café Kaffee HAG. Roselius descubrió el secreto de la descafeinización por accidente. En 1903 un embarque de café había sido cubierto por agua de mar durante su traslado. Eso causó que se filtrara la cafeína, pero no afectó el sabor. Roselius desarrolló un método industrial para repetirlo, bañando en vapor los granos con varios ácidos antes de usar ese benceno resultante para eliminar la cafeína. Así nació el café descafeinado.
Pero resultó que el benceno era un posible carcinógeno, por lo que se han buscado nuevas técnicas que pudieran extraer la cafeína de los granos dejando, a la vez, el sabor intacto. Sin duda que no tiene el mismo aroma, pero...
Imagen de internet
El café descafeinado, la cerveza sin alcohol, la leche y los yogures desnatados... la verdad es que mi "pero" es mayor. No. Me parece desvirtuar la esencia de lo que es. Mejor tomar un café en vez de dos, una cerveza más pequeña...que lo otro.
Porque como tú dices el descafeinado no sabe igual y hay quien nota que le molesta el estómago...
En fin, para todos los gustos. Las amigas de mi madre toman café descafeinado, con sacarina mientras mojan churros alegremente. Y dicen que "algo hará"...
Un abrazo y feliz jueves.
Pues en mi caso ni café ni descafeinado. Yo no me encuentro en ese índice que indica que los españoles somos cafeteros, porque yo no tomo café. Y no porque no me guste, si no porque no me sienta bien. La cafeína no la tolero bien y me afecta mucho a la hora de dormir y me pone muy nerviosa.
Lo cual no quiere decir que no lo tome nunca jamás, pero está claro, que en las pocas ocasiones que me tomo alguno, es descafeinado.
Y desde luego que el café engancha. Conozco a algún que otro adicto, y es una adicción tan mala como todas las que existen en el mundo. Del café por lo visto no es nada bueno abusar.
Éso sí, he de reconocer, que el aroma del café es uno de los que más me gustan de este mundo. Es un aroma la mar de agradable.
Cuando vas por la calle o entro en el bloque donde está mi piso y me viene el aroma del café que están haciendo en alguna de las viviendas... me encanta. Entran ganas de quedarse ahí un ratito olfateando jaja
angela.69Hoy a las 10:20
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Rocio.Chio17/04/2024
