Calle de la Amargura.

“El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí” (Mt. 10,38)

A finales del siglo XVI o principios del XVII (no se conoce la fecha, pues el documento más antiguo que se conserva es la compra de la Capilla anexa a la Iglesia de Santo Domingo de 1641), el gremio de pescadores de Cartagena funda la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Para sufragar los gastos propios de la Cofradía, los pescadores cuando pescaban un marrajo, dedicaban los ingresos de su venta a las arcas de la Cofradía, que pronto sería conocida popularmente como Cofradía Marraja.

En 1663, el Obispo de Cartagena, Juan Bravo, le encomienda la organización de dos procesiones en Viernes Santo: la de la “Calle de la Amargura” en la madrugada y la del “Santo Entierro” en la noche.

Siguiendo esta tradición marinera, cada madrugada del Viernes Santo, el Nazareno emprende su andadura por la calle de la Amargura, desde la Lonja de Pescadores en la dársena de Santa Lucía. En su lento y largo caminar se encontrará frente a frente con su Madre Dolorosa en la Plaza del Lago. Y se estremece el alma cuando en ese momento miles de gargantas entonan la Salve Cartagenera.

Imagen: fotomontaje de Moisés Ruiz. El Nazareno es talla de José Capuz