Caravaca de la Cruz

Vídeo: Camino de Caravaca, el llamado "Camino del Apóstol", desde Cartagena hasta Caravaca de la Cruz

Terminada la liturgia del jubileo, nos resta un paseo por la ciudad de Caravaca, cuyo municipio ronda los 30.000 habitantes. Por su pasado histórico, posee numerosos edificios y elementos de singular interés, aparte de los ya conocidos Alcázar-Santuario de la Vera Cruz y la Iglesia del Salvador.

Otros edificios religiosos destacados son la Iglesia de La Purísima Concepción, de los siglos XVI y XVII, con elementos de estilo mudéjar, y el antiguo Convento de Carmelitas Descalzas situado en la calle Mayor, fundado en 1576, en vida de Santa Teresa de Jesús, y que según creo está vendido a una empresa hotelera.

En cuanto a arquitectura civil destacamos la Casa Consistorial que preside la plaza del Arco, el Templete, edificación barroca del siglo XVIII, obra del arquitecto murciano José López. También es conocido como el Bañadero, aludiendo así al acto ritual que cada 3 de mayo se realiza en él, desde 1384, donde se baña la Santísima Cruz bendiciendo las aguas que luego regarán la huerta caravaqueña. En la calle de Las Monjas, encontramos el Palacio de los Musso Muñoz de Otalalora, antigua e ilustre familia de la ciudad de Caravaca. Se trata de una casa palacete que conserva en su exterior y entrada la portada barroca con escudos nobiliarios, y restos de la estructura y ornamentación del interior de la casa.

Algunos edificios nobles albergan hoy interesantes museos, como el Museo Arqueológico, situado en la antigua Iglesia de la Soledad, o el Museo de la Fiesta, situado en Palacio de los Uribe del siglo XVI.

A la hora de comer, lo más conocido de Caravaca son las migas y los arroces, pero optamos por probar un “Empedrado” a base de arroz, alubias blancas y bacalao seco, y nos llevamos una cajita de las conocidas “Yemas de Caravaca”, preparadas a base de caramelo y yema de huevo.

Si Dios nos da salud, volveremos a Caravaca el próximo Año Jubilar 2017