Marco Postumio Albino fue Gobernador de la ciudad en el siglo I. Emitió un semís en el que aparece en el anverso el templo de Augusto y en el reverso una cuadriga dirigiéndose hacia un  estandarte, en alusión clara a los juegos que se celebraban en el primitivo anfiteatro de Cartago Nova.

Sobre este anfiteatro se construyó, hacia el año 70, un nuevo anfiteatro cuyas medidas van de los 96,69 por 77,80 mts. de perímetro exterior a los 55,50 por 37 mts de la arena. Su aforo se ha calculado en torno a 10.000  u 11.000 espectadores, es decir menor que los de Tarraco e Itálica y mayor que los de Segóbriga, Ampurias o Mérida.

Este anfiteatro, que estuvo siempre a la vista, sufrió expolio durante siglos. En 1598, el licenciado Cascales escribía: "A la falda del Castillo ... existían grandísimos fragmentos de edificios ... y su famoso coliseo, no de grandeza menor que el romano... de aquí los vecinos, sin orden han sacado lindas piedras, figuras, antiguallas y columnas..."

A principios del siglo XIX se levantó sobre él una plaza de toros, que estuvo operativa hasta la década de los 70 del siglo XX. Actualmente se halla en fase de excavación arqueológica, previa a su recuperación y  puesta en valor.