Carthago Nova, la ciudad romana

Tomada la ciudad por Escipión en el año 209 a.C. los romanos entienden la necesidad de potenciarla por la gran importancia de su sierra minera (en cuya explotación llegaron a trabajar 40.000 esclavos) y las excepcionales condiciones de su puerto natural. Asi pues, milicia, mineria, comercio y navegación serán los pilares de la nueva ciudad romana. 

El propio general Escipión, ordenó construir un modesto y primitivo anfiteatro de madera, para celebrar combates de gladiadores, en memoria de su padre y de su tio, muertos unos años antes en enfrentamiento con Asdrúbal Barca. Estos combates de gladiadores, los primeros organizados por los romanos en la Península Ibérica, presentaban una novedad con respecto a los celebrados en la propia Roma, pues combatían en ellos hombres libres. Así lo afirma Livio: "uoluntaria omnis et gratuita opera pugnantium fuit". Posteriormente en el siglo I, se construiría un anfitetro de obra, con capacidad para unos 11.000 espectadores.

Asimismo en el siglo I a.C. en época de Augusto, se construyó el Teatro Romano, siguiendo los planos de Vitrubio. Sus dimensiones son de 87,90 mts. de cávea, 45,-80 mts. de longitud, 7,50 mts. de anchura en la fachada escénica y 22 mts. de altura.

Carthago Nova fue capital de la provincia Carthaginense, concociendo entonces su época de mayor esplendor.

Imagen de Rafael del Pino. Yacimiento del Augusteum de Cartagena