Casa y Jardín de Claude Monet en Giverny

Desde París nos dirigimos a Normandía, para llegar hasta Giverny, localidad rural de poco más de 500 habitantes, situada en la ribera occidental del río Sena en su confluencia con el río Epte, a 5 km al este de Vernon. Pero el objetivo no era tener una jornada de pic-nic campestre, sino visitar la Casa y Jardín de Claude Monet.

Casa de Claude Monet en Giverny

Saloncito de estar 

Pérgolas de entrada

En este lugar vivió el artista durante cuarenta y tres años, de 1883 a 1926. Este largo período de tiempo le permitió acondicionar la casa a su gusto, adaptándola al mismo tiempo a su vida familiar y profesional. En su interior podemos observar distintas estancias y el lugar donde estableció su taller. En las paredes, cuelgan reproducciones de sus obras cuyos originales están ahora en el museo Marmottan-Monet de París.

Estanque y puente japonés

Pero lo que verdaderamente impresiona al visitante es el jardín. Soy incapaz de describirlo con palabras. Es algo que hay que ver. Si consideramos todos los colores de una paleta, esos colores, sin excepción están en este jardín. El pintor se entregó a un minucioso trabajo como jardinero. Delante de la casa hay se observa un jardín de flores de variados colores y alturas. Más allá, un jardín de agua de inspiración japonesa, para el que desvió un pequeño arroyo creando un estanque que con los años abarrortaría de bambúes, arces, peonías japonesas, lirios blancos o sauces llorones para convertirlo en una obra de arte viviente. Y allí plantaría su caballete, casi a diario, para reproducir toda su luz y sus colores.

Paseando por el jardín con unas compañeras.