En el cementerio de Majadahonda en Madrid, se puede encontrar una lápida con un nombre: María Teresa León y como epitafio un verso "Esta mañana, amor, tenemos veinte años", primero y último de un poema de Rafael Alberti. María Teresa (1903-1988) fue la eterna compañera del poeta del Puerto de Santa María. Un amor apasionado de los que levantan sospechas en las mentes bienpensantes. Les unía, además, las letras y el compromiso político y social. Autora de una treintena de obras literarias, muchas de ellas inéditas en nuestro país, comenzó publicando en el Diario de Burgos a los 19 años. Sobrina de María Goyri (la primera doctora en Filosofía y Letras en España) y Ramón Menéndez Pidal, mostró un gran interés y aptitudes por la literatura desde una edad muy temprana. Poseía una maravillosa prosa poética:

        "Estas cuartillas que voy escribiendo se me han volado todas dispersándose, jugando a la mala pasada de huirme. Voy hacia ellas, amarillas o verdosas aún. Cómo se han reído siempre delante de mis pasos todos los otoños. Se las lleva el viento, los vientos que nos soplan en los oídos las medias palabras. No sé ya qué me cuentan. Sé que silabean corriendo, juntando puntas de palabras, hasta palabras caminado pequeñas, persuasivas, enhebrando una verdad que jamás comprendemos. Vuelas, vuelas bien, memoria, memoria de la melancolía. (...)

Este es el poema de Rafael Alberti, del que hacíamos mención:

Imagen de internet: Rafael Alberti y María Teresa León