Coimbra

Viernes, 8 de Diciembre de 2017. Hoy giramos visita a Coimbra. La ciudad de gran tradición universitaria cuenta con una población de cerca de 150.000 habitantes y fue capital de Portugal en los siglos XII y XIII.

Iniciamos nuestro recorrido por la Universidad, la más antigua de Portugal fundada en 1290 y cuyo campus histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad. Al ser festivo está inusualmente tranquila, sin apenas ningún estudiante.

El campus histórico se articula en torno a un imponente patio que preside la Torre de las Campanas. Desde aquí tenemos una excelente vista del río Mondego que atraviesa la ciudad. Lo más destacado de la Universidad es la Biblioteca Joanina, el conocido como Palacio Real, donde se pueden visitar la capilla de San Miguel, el salón de actos o sala de los Capelos y la sala del Examen Privado.

La Universidad cuenta actualmente con ocho facultades y unos 22.000 estudiantes.

Adentrándonos por las decadentes calles del casco antiguo de Coímbra aparece irremediablemente esa maravilla del románico que es la Sé Velha. Es la única catedral de ese estilo de la época de la reconquista que sigue en pie en Portugal.  Destacan además su claustro y la puerta de su fachada norte, mucho más llamativa que la de su cara principal. Se denomina Porta Especiosa y es de estilo renacentista. Por su parte, la Sé Nova tiene un interés menor aunque brilla por su fachada de estilo barroco y manierista. 

Pasamos por La Torre de Almedina, uno de los restos de la antigua muralla y nos adentramos en el centro histórico de la ciudad, con sus estrechas calles y sus comercios, donde es oportuno comprar algún recuerdo más adecuado que los que suelen ofertar en los establecimientos de “souvenirs”.  La calle más popular y animada de Coímbra, Ferreira Borges, desemboca en la plaza 8 de Mayo presidida por el monasterio de Santa Cruz, templo románico del siglo XII, en cuya capilla mayor reposan en sus túmulos Afonso Henriques y Sancho I, los primeros reyes de Portugal.

Así llegamos a la Praça do Comercio, una vía ancha con sus terrazas, donde nos podemos sentar a saborear una cerveza, antes de visitar la Iglesia barroca de São Bartolomeu, del siglo XVIII.

Es hora de marchar. Quizá nos faltó por visitar el Jardín Botánico, situado junto al Acueducto de São Sebastião (del siglo XVI). En suma una ciudad tranquila y muy interesante.

Imagen propia: Patio de la Universidad con la Torre de las Campanas.