Cultura cretense

Imagen: Salto del toro (anónimo) h.1600 a.C. Fresco procedente del Palacio de Cnosos. Museo Arqueológico Heraklion.

Dentro de la seccion HISTORIA DE LA HUMANIDAD A TRAVÉS DE LA PINTURA, llegamos hoy a la isla de Creta.

Dice la leyenda que el rey Minos, hijo de de Zeus y la bella Europa, se negó a sacrificar un toro blanco, que le había enviado Poseidón, dios del mar, quien se vengó seduciendo a la esposa del rey, Pasífae, de quien se dice que enloquecida por extraños deseos, se escondió en una vaca de madera. Poseidón adoptó la forma de toro, copuló con la vaca y meses más tarde, la esposa de Minos dió a luz al Minotauro; un mosntruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. El rey hizo construir un laberinto subterráneo, donde encerró al Minotauro. Sin embargo cuando el monstruo creció, se hizo necesario aplacarlo. Minos exigió un tributo a la ciudad de Atenas, que no tuvo más remedio que enviar cada cierto tiempo siete mancebos y siete vírgenes, que el monstruo devoraba.

Entre los años 3000 y 1200 a.C. se desarrolla en Creta la cultura cretense o minoica. La cultura cretense era una civilización pacífica, ya que las ciudades carecían de fortificaciones o sistemas de amurallamiento. Desarrollan un intenso intercambio comercial con Egipto y Siria. Creta era en estos momentos un gran centro comercial, que contaba con una importante flota que de manera activa dominaba el mar, y que mantenía intensos vínculos comerciales en todo el Egeo.

Respecto al origen de la civilización minoica desde el punto de vista etnológico es difícil adscribir a los cretenses minoicos con algún pueblo conocido. Una de las tesis más admitida es que son herederos directos de los habitantes neolíticos de la isla (que llegarían a la misma hacia el 6000 a. C.). Uno de los elementos característicos más genuinos de la civilización minoica, fueron sus palacios, edificios civiles al servicio de la ciudad, con dos y a veces, tres pisos dedicando generalmente un gran número de habitaciones y dependencias de la planta baja a talleres y a almacenes para el grano, el aceite, el vino, etc. La destrucción de los palacios hacia el 1500 a. C. es obra, quizá de terremotos, quizá de la penetración en la isla de un pueblo anatolio.

Entre lo más importante del arte minoico destacan sus cerámicas. El Minoico temprano se caracterizó por el decorado polícromo de motivos blancos y rojos, y dibujos de espirales y triángulos, líneas encorvadas, cruces, figuras de peces, etc. Posteriormente en el periodo reciente se añaden más colores adoptando, muchas veces, formas esféricas y decoradas con escenas de corte más naturista y figurativo.

Pero sin lugar a dudas lo más característicos de esta rica cultura son sus frescos. Las escenas representaban la vida en la isla, recurriendo a temas como las procesiones, sacrificios, danzas, luchas con toros, etc. Tienen un estilo geométrico y son, comúnmente, monocromáticos. También desarrollaron figurillas humanas y de dioses, normalmente femeninas y con rasgos sexuales poco acentuados. Asimismo destaca el desarrollo de joyas, vasos de oro y piedras preciosas, productos por los que se hicieron conocidos fuera de la isla.