Culturas lejanas: los kazajos

Aunque Kazajistán, con una extensión de 2.724.900 km², es el país más grande de los surgidos tras la desmembración de la URSS (después de Rusia), pocos de nosotros sabríamos dar detalles de la identidad y costumbres de vida de los kazajos. 

Hablamos de un puebló túrquico, habitante de Asia Central, que surge como tal en el siglo XV con la aparición de una cultura, economía y lengua kazaja bien diferenciadas. De costumbres tribales y nómadas, la etimología del término kazajo deriva de una antigua palabra turca con significación de "independiente, espíritu libre".

Con la dominación por el Imperio Ruso, intentan imponer su sistema y el idioma ruso se hace obligatorio en escuelas y centros oficiales. Ya en la etapa del líder soviético Nikita Jruschov se inició la llamada Campaña de Tierra Vírgenes para convertir los tradicionales pastos de Kazajistán en una importante región productora de cereales para la Unión Soviética. Y aquí establecieron el principal campo de pruebas de armas nucleares. Entre 1949 y 1989 hubo 456 explosiones nucleares en Semipalatinsk. El gobierno kazajo cerró en 1991 esta zona altamente radioactiva. Rusia sigue hoy utilizando el cosmódromo de Baikonur de Kazajistán, la principal instalación soviética de lanzamiento espacial y la base más antigua y grande del mundo.

Hoy traemos esta imagen del fotógrafo profesional de paisajes y viajes Kah-Wai, en la que un trio de cetreros kazajos ponen a prueba a sus águilas reales con las que dan caza a distintos animales por su piel. Las cacerías de los cetreros se producen principalmente por las pieles, no por carne. Esta piel es una parte integral de la vestimenta tradicional kazaja, ya que las temperaturas en el invierno oscilan entre menos -20ºC y -45 ºC. Se cazan varios animales por su piel, incluidos conejos, liebres, marmotas, zorros rojos, zorros de las nieves, gatos monteses y lobos.

Utilizan águilas hembras ya que son más grandes, poderosas y agresivas que los machos, siendo capturadas en sus nidos. Luego son entrenadas por su dueño, con el que desarrollan una relación muy estrecha. El águila permanecerá con él durante 10 años y luego será liberada y en la medida de lo posible disuadida de regresar.  El dueño continuará vigilándola para asegurarse de que se está alimentando y reintegrando bien. Será entonces cuando estas también estén en edad reproductiva.

Imagen: Kah-Wai/National Geographic