Edimburgo (2). Castillo

Situado sobre la cima Castle Rock, rodeado de acantilados, el Castillo de Edimburgo es una imponente construcción, que fue levantándose a partir del siglo XI, y constituye el principal testigo de la historia de Edimburgo.

En primer lugar el castillo está asentado sobre una de las cinco colinas volcánicas de la ciudad (con Castle Rock, están Arthur´s Seat, Calton Hill, Pentland Hill y Salisbury Crags), lo que nos informa del origen geológico y la conformación orográfica de la ciudad, pues a estos cinco volcanes se unía la existencia de un glaciar que fue horadando la roca y cuyo curso constituye hoy la Royal Mile, la avenida que vertebra la Old Town.

Históricamente el castillo sufrió numerosos asedios y ocupaciones durante las guerras de independencia de Escocia entre los siglos XIII y XVIII. 

Son muchos los puntos de interés que reúne el castillo. Así, podemos contemplar el llamado Cañón de la Una en punto, o One o´clock Gun que se dispara a esa hora desde 1861, marcando la hora exacta para los edimburgueses. La coqueta Capilla de Santa Margarita, quien se convirtió en la reina de Escocia en 1070, tras su boda con el rey Malcom III. Era una mujer muy devota y, años después de su muerte, su hijo, el rey David I, decidió alzar la Capilla de Santa Margarita en el castillo de Edimburgo en su memoria. La Piedra de Scone, o piedra del destino considerada una reliquia de gran simbolismo, sobre la que se coronaban los monarcas de Escocia, hasta que, en 1296, el rey inglés Edward I la incorporó a su trono, iniciando así una afrenta política entre ingleses y escoceses por su control. El día de Navidad de 1950, cuatro estudiantes escoceses irrumpieron en la abadía londinense de Westminster y robaron la codiciada piedra y aunque fue reintegrada a Westminster, en 1996 fue definitivamente devuelta a Escocia. Los llamados Honores de Escocia, constituidos por la corona, el cetro y la espada del estado, joyas que, igualmente, se utilizaban en la coronación de los reyes escoceses. El Mon´s Meg, bombarda del siglo XV que es uno de los cañones más grandes del mundo por su medida peso y calibrado y por el peso de sus balas de 175 Kg. El  cementerio de mascotas, que data de 1840, para que los soldados pudieran enterrar a sus mascotas, en especial perros, en las épocas en las que el Castillo estaba aislado del exterior. El Museo Nacional de la Guerra, inaugurado en 1933, en un antiguo almacén del siglo XVIII. Se muestran uniformes, armas, armaduras, cuadros y otros objetos de diversas épocas. En el exterior del museo, encontramos otras exposiciones relacionadas: The Royal Scots Regimental Museum, centrado en los uniformes de la infantería, y The Regimental Museum of the Royal Scots Dragoon Guards, que tiene como objeto la caballería. Las antiguas mazmorras, habilitadas en 1842, para albergar a los infractores de todas las guarniciones escocesas, no sólo la del Castillo.

Como anécdota histórica diremos que el 19 de junio de 1566, la célebre reina María Estuardo dio a luz a su único hijo, Jacobo VI, en una de las habitaciones del Castillo. En 1603, se dio la circunstancia de que la última Tudor, Isabel I de Inglaterra, murió sin descendencia. Dado que Jacobo descendía del rey Enrique VII de Inglaterra a través de Margarita Tudor, se proclamó entonces rey de Inglaterra e Irlanda como Jacobo I. Así se convirtió en monarca tanto de Inglaterra como de Escocia.

Mucho se podría hablar de castillo de Edimburgo que, naturalmente, tiene unas cuantas leyendas curiosas de conocer. 

Imagen: Castillo de Edimburgo