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Después de la visita a la Cartuja, nos detenemos en el Santuario de Fray Leopoldo, situado frente a los Jardines del Triunfo. No conocía yo la figura de este beato, a quien se profesa una gran devoción en Andalucía.
Nacido como Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez el 24 de junio de 1864 en la pequeña localidad de Alpandeire, en el corazón de la Serranía de Ronda de familia de pequeños agricultores. De su madre aprendió a rezar, de su padre "la hombría de bien". La agricultura fue, pues, su trabajo y como cualquier otro joven hizo la mili en el Regimiento de Infantería Pavía en Málaga y tuvo una novia llamada Antonia Medinilla. De clara inclinación religiosa, cuando en 1894 escuchó la predica de unos capuchinos en Ronda, sintió la llamada de la vocación. Se despidió de su novia, "Dios me llama por otro camino" e ingresó en 1899 como postulante capuchino en el convento de Sevilla. Allí trabajó el huerto, convirtiendo su trabajo en oración y servicio a la comunidad. En 1900 emitió sus votos y recibió como nombre religioso el de fray Leopoldo de Alpandeire.
Llega a Granada en 1903. Ejerció varios oficios domésticos, pero sobre todo fue limosnero; todos le sirvieron para su santificación y para desarrollar un gran apostolado "del buen ejemplo" en el pueblo, incluso en las situaciones revueltas que se vivieron en España. Poco a poco su figura fue haciéndose popular, de modo que numerosas personas solicitaban su consejo o intermediación, empezándose a conocerlo como "el humilde limosnero de las tres Ave Marías".
Murió el 9 de febrero de 1956. Sus restos mortales descansan en la cripta del santuario de Granada. Cada año, el 9 de febrero, el templo se llena de devotos y peregrinos llegados desde Andalucía, Madrid, Levante o Francia.
Fue beatificado el 12 de septiembre de 2010, en ceremonia presidida por el cardenal Angelo Amato en representación del Papa Benedicto XVI, en la Base Áerea de Armilla, Granada. Benedicto XVI dijo de él que "testimonió el misterio de Jesucristo crucificado con el ejemplo y la palabra, al ritmo humilde y orante de la vida cotidiana y compartiendo y aliviando las preocupaciones de los pobres y afligidos".
En 2010 el Ayuntamiento de Granada lo nombró hijo adoptivo de la ciudad
Nave del Santuario
Frase del beato
Féretro con los restos del beato
Estatua de Fray Leopoldo en los Jardines del Triunfo, obra de Miguel Moreno Romera
No conocía en absoluto el nombre de este beato y menos aún su trayectoria vital y de santidad. Una vida ejemplar. No me extraña que tenga tanto predicamento en Granada y que se le venere tanto.
Y sobre todo me quedo con la frase casi lapidaria atribuida a él en la que dice que para ser santo hay que tragar mucha saliva. Una sentencia que se puede interpretar de muchas maneras...
Un abrazo y muy buenas noches.
Bonitas fotos las que nos dejas
PD. yo tampoco le conocia
saludos
maravillas10Ayer a las 21:20
Joaki-007Ayer a las 18:58
angela.7020/06/2025
mebarak198118/06/2025
gkane13/06/2025