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Tal día como hoy, un 10 de Marzo de 1882, llegan a Cartagena las Hermanitas de los Pobres, tras las gestiones realizadas por el matrimonio formado por D.Juan León y Dª Dolores Arroyo, con la aprobación del Obispo de Cartagena. Se instalan en una casa de la calle del Escorial y en su primer día de funcionamiento admiten a cinco ancianos. Cuentan con un capital de cincuenta céntimos de peseta y confían en la providencia de los cartageneros.
Pronto se trasladarían a la hoy desaparecida "Casa de los Cuatro Santos" cedida por el obispado para poder acoger un mayor número de ancianos. En 1926, adquieren unos terrenos en el Barrio de la Concepción. El prestigioso arquitecto Víctor Beltrí realiza el proyecto de lo que se convierte en el Asilo de Ancianos de Cartagena inaugurado en 1930. Las lluvias torrenciales caidas en Octubre del año 2000, provocaron el desbordamiento de la Rambla de Benipila y la inundación afectó gravemente al edificio, al punto que los ancianos hubieron de ser trasladados a la casa de la institución en Murcia, para afrontar la rehabilitación total del edificio. Equipado para el siglo XXI, con 66 habitaciones individuales y dos para matrimonio, en 2013 pudieron regresar los ancianos a Cartagena. Para afrontar los grandes gastos de la obra las Hermanitas de los Pobres suscribieron un préstamos a 30 años para el que necesitan de la probada generosidad de la ciudadanía cartagenera.
Son, pues 135 años de la Hermanitas de los Pobres en la ciudad. en los que su ingente labor con los ancianos sin recursos nunca podrá ser suficientemente agradecida.
Imagen: Asilo de Ancianos de Las Hermanitas de los Pobres de Cartagena, obra de Víctor Beltrí.
¡Qué gran labor hacen las Hermanitas de los Pobres con los ancianos! y seguro que no tienen subvenciones de ningún tipo. Viven de la generosidad de sus benefactores.
Me alegro de que pudieran volver al edificio que se anegó porque es fantástico. Por loq ue cuentas las tareas de rehabilitación debieron ser imponentes.
Un abrazo y buenas noches.
Las Hermanitas de los Pobres...una gran labor de todos los tiempos .
Y vaya edificio tan bonito...
Un gran abrazo.
Un edificio precioso y una labor encomiable.
Desde luego, que no hay manera de agradecer labores como esta. Los ancianos, que tanta gente los tiene olvidados y que tanto cariño y compañía necesitan sobretodo.
Una historia muy amable a pesar de las dificultades.
maravillas10Ayer a las 19:20
angela.69Ayer a las 15:52
Joaki-00709/02/2025
larocuky07/02/2025
violemivi05/02/2025