Honfleur

05/Nov/2024

Continuamos viaje por la costa normanda y en la parte sur del estuario del río Sena, encontramos Honfleur, una bellísima localidad de 7.000 habitantes que enamoró a los pintores impresionistas y nos enamora también a nosotros en esta visita. Maestros como Monet, Courbet o Boudin, plasmaron su luz y su color en sus lienzos.

Iniciamos el recorrido desde la dársena interior del puerto, cuando al poco de amanece el sol alumbra y colorea las casas del Vieux Bassin. Vemos la Puerta de Caen, único vestigio que queda de la antigua muralla y el edificio de la Lieutenance, la vivienda del antiguo teniente del rey. Pronto llegamos a los Graneros de la sal, edificios de piedra del siglo XVII, que almacenaban hasta 10 000 toneladas de sal.

Y a través de las estrechas calles de su centro histórico con sus casas de entramado de madera, llegamos a la Plaza de Mercado y la Iglesia de Santa Catalina, una iglesia singular, levantada en el siglo XV, directamente por los pescadores. La piedra era un material caro y los pescadores no podían permitírselo, por ello esta iglesia es completamente de madera. En su interior nos encontramos con la rareza de dos naves simétricas y dos altares. Posiblemente los pescadores, que no contaban con ningún maestro de obra, no se fiaron y decidieron levantar el campanario separado de la iglesia por si colapsaba con la vibración de las campanas.

Localizamos el Faro de Honfleur, una construcción del siglo XIX, a la que se conoce como la "Torre de Honfleur" debido a la semejanza que puede evocar con una torre medieval. Ya de regreso a la zona portuaria, nos detenemos ante el Ayuntamiento, edificio levantado entre 1830 y 1837, según los diseños del arquitecto Fontaine.