Creada extramuros para acoger un mercado que abasteciese a la ciudad con la llegada de la corte de Felipe III, la Plaza Mayor de Madrid celebra este año su cuarto centenario. Empezaremos por decir que para su construcción hubo que desecar un lago en el que los monarcas cazaban patos. La icónica plaza, cuya primera piedra se puso el 2 de diciembre de 1617, no ha tenido siempre el aspecto actual. Su configuración de plaza cerrada con arcos de entrada lleva la firma de Juan de Villanueva, encargado de reconstruirla tras un devastador incendio en 1790.

Para esta conmemoración el Ayuntamiento de Madrid ha programado una serie de actividades a lo largo del año. Además se harán diversas obras de adecuación y se instalarán un centenar de árboles de tamaño medio en maceteros, de manera permanente, recuperando así la imagen ajardinada que tuvo a finales del siglo XIX.

Este fotolog se une a esta celebración del IV centenario de una plaza que es santo y seña de la capital del Reino.