La caridad romana

El concepto de La caridad romana, proviene de un asombroso suceso narrado por Valerio Máximo en su libro "Factorum et Dictorum Mirabilium" (Sobre hechos y dichos admirables), en el que recopila una serie de anécdotas ejemplarizantes protagonizadas por los habitantes de Roma.

Una mujer de maternidad reciente, llamada Pero, tenía a su padre, Cimón, en la cárcel encadenado y condenado a morir de hambre. Ante esta situación pidió permiso para visitarlo diariamente. Siendo controlada para que no le llevara alimentos, una vez en la mazmorra, se acercó a él y, extrayendo uno de sus pechos, lo amamantó con él y luego con el otro hasta que el anciano quedó saciado. Así siguió haciendo durante varias semanas, hasta que a los guardianes les llamó la atención la resistencia del preso. Descubierta la estrategia, los romanos se llenaron de admiración ante tal ejemplo de amor filial, al punto que se decidió la liberación de Cimón.

El arte ha recurrido repetidamente a este suceso. Hemos de destacar dos versiones de Pedro Pablo Rubens, una (la de la imagen) del Museo del Hermitage de San Petersburgo y otra existente en Rijksmuseum de Amsterdan.

El Museo del Padro de Madrid, dispone de una notable versión de Gaspar de Crayer, así como una escultura de Antoni Solá.