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"Hembra madura y frutal, la Machiche. Mujer de piel blanca, amplios senos caídos, vastas caderas y grandes nalgas, ojos negros y uno de esos rostros de quijada recia, pómulos anchos y ávida boca que dibujaran a menudo los cronistas gráficos del París galante del siglo pasado. Hembra terrible y mansa la Machiche, así llamada por no se supo nunca qué habilidades eróticas explotadas en sus años de plenitud. Vivía en el fondo de la mansión y su gran cabellera oscura, en la que brillaban ya algunas canas, anunciaba su presencia en los corredores, antes de que irrumpiera la ofrecida abundancia de sus carnes. Tenía la Machiche una de esas inteligencias naturales y exclusivamente femeninas; un talento espontáneo para el mal y una ternura a flor de piel, lista a proteger, acariciar, alejar el dolor y la malaventuranza. La bondad se le daba furiosamente, sus astucias se gestaban largamente y estallaban en ruidosas y complicadas contiendas, que se aplacaban luego en el arrullo acelerado de algún lecho en desorden."
Texto: Álvaro Mutis. Fragmento de "La mansión de Araucaima"
Imagen: Fotograma de la película "La mansión de Araucaima" (1986) dirigida por Carlos Mayolo
buenas noches mi querido Fernan, muy bello lo que hoy nos dejas, como siempre, es un verdadero placer visitarte y conocer cosas interesantes, te deseo una feliz semana y una buena noche, besitos.
Bastante interesante lo que hoy nos traes.
Un saludo
maravillas10Ayer a las 21:22
Joaki-007Ayer a las 19:27
angela.70Ayer a las 13:18
Cristina46415/03/2025
larocuky14/03/2025