liquor mirabilis

Dicen viejas historias que en la Cartagonova romana se consumía un exquisito licor al que se llamó "liquor mirabilis" o licor maravilloso.

De la composición de aquel licor poco conocemos. Sabemos, no obstante que los romanos cocinaban y especiaban los vinos, elaborando exquisitos licores. El escritor gaditano Lucius Junius Moderatus Columella (Columela) cuenta que muchos vinicultores hervían el mosto para conservar mejor el vino, momento en el procedian a la adicción de hierbas aromáticas y especias: "los aromas que son más adecuados para el vino, que se cocinan junto con el arrope: el lirio, el fenogreco, y el junco"

Por su parte Rutilius Taurus Aemilianus Palladius (Paladio), en el siglo IV, escribió que "en unos pocos días, el vino logra mejor aroma si echas bayas montanas secas y molidas de mirto silvestre a la vasija". Igualmente señala que se obtiene un vino suave para beber si se le agrega hinojo o ajedrea.

Ya en los siglos VI y VII, un cartagenero, San Isidoro, escribe en sus Etimologías que "se llama vino condimentado el que no es simple, sino compuesto por mezcla de especias".

En cualquier caso, llegados al siglo XX, se intenta rescatar aquel "liquor mirabilis", y para ello se fundamentan en fórmulas tradicionales de producción de licores en el campo de Cartagena. Y así surgieron dos licores en competencia: el Licor 43, así denominado porque su fórmula secreta incluye 43 ingredientes, y el Licor 49.

Corría el año 1946, cuando los hermanos Zamora Conesa, Diego, Angel y Josefina, junto al esposo de ésta, Emilio Restoy adquirieron la fórmula de un licor que elaboraba un anciano, Francisco Ruiz Garrido, a quien aseguraron una renta vitalicia de 3.000 pesetas. Nacía así la empresa Diego Zamora SA (actual "Zamora Company") y su producto estrella: Licor 43, que se autoproclama heredero del aquel "liquor mirabilis" de epoca romana. Quizá esta sea la razón de aquel viejo eslogan "el mejor licor de todos los tiempos"

Paralelamente, Pedro el de la Viña, hombre con largas barbas de ermitaño que le habían crecido al permanecer escondido, sin cuchillas de afeitar, durante la guerra civil, elaboró el Licor 49, un producto digno y muy apreciado en Cartagena. Pero mientas la familia Zamora emprendió una ambiciosa política empresarial, Pedro el de la Viña carecía de recursos  e infraestructuras para ello, vendiendo su producto en una bodega de la calle San Fernando y en algunos comercios de Cartagena.

Posteriormente, la familia Zamora inició un proceso de diversificacion tanto en productos como en distribución, incorporando marcas como Ramón Bilbao, Mar de Flandes, Tilford o Gressy, y ya en 2018 completa su portafolio comercial con marcas como El Afilador, Yellow Rose, Lolea, Martin Miller's y Villa Massa. La compañía sigue teniendo su sede en Cartagena, trasladando la vieja factoría del barrio de San Antón al Polígono Industrial de Los Camachos. Y su producto emblemático sigue siendo aquel "Liquor mirabilis", el Licor 43.