Lodoterapia del Mar Menor

Existe un paraje en el extremo norte del Mar Menor, anexo al Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro, conocido como "Las Charcas de Lo Pagan", donde debido al alto porcentaje de horas de sol al año y la elevada salinidad de sus aguas, se han depositado durante siglos arenas y arcillas muy apropiadas para tratamientos terapéuticos. La analítica ha revelado que estos sedimentos contienen un alto porcentaje de cationes, calcio, magnesio, potasio y flúor, así como aniones, cloruro y sulfato en niveles muy superiores a los esperables, incluso en aguas de esta salinidad.

Por ello es habitual, especialmente en época de calor, ver personas embadurnadas de estos lodos, que se aplican de forma manual. Tras la aplicación marca una antigua tradición que hay que caminar desde el Molino de Quintín al Molino de la Calcetera y regresar, una vez secos los lodos, para bañarse en la misma charca donde se habían aplicado. 

Una capa de lodo aplicada sobre la piel absorbe todas las toxinas del sistema periférico del tejido conjuntivo y elimina tóxicos linfáticos de la dermis, actuando como un verdadero papel secante de la piel. Igualmente se emplea como antiinflamario, para patologías como reumatismo o artritis. Aunque Sanidad, califica estas prácticas como pseudoterapia, lo cierto es que los baños de Lo Pagán constituyen las charcas más grandes de lodoterapia al aire libre de Europa, y en torno a ellas se han establecido centros privados que practican talasoterapia.

Imagen de Mar Sáez, tomada de internet