Los libros son para el verano

Y con toda razón me podrán decir "y para el otoño, el invierno, la primavera....". Si, no somos pocas las personas que no sabemos estar sin un libro entre las manos. Pero en verano quedan en suspenso buena parte de nuestras actividades ordinarias y el tiempo libre nos sobreviene. Y es entonces cuando podemos echar mano de esos libros que siempre tengo en cola de lectura. 

Y empecé el mes de Julio con un libro que es ya un clásico de nuestra literatura actual, "Juegos de la edad tardía" de Luis Landero. Me encantó. Un libro de imprescisdible lectura. Como sinopsis diremos que Gregorio Olías es un gris oficinista, que a través de la relación telefónica con un compañero de empresa, Gil, irá transformándose en Augusto Faroni (ingeniero y poeta, trinfador, culto, políglota, apuesto, audaz en el amor ....). Y al propio Gil lo convierte en Dacio Gil Monroy (químico y pensador). Llega un momento en que Gregorio no puede dar marcha atrás y todo se complica

Otro libro leído es "La voz dormida" de Dulce Chacón. Un libro que nos acerca los padecimientos de las mujeres republicanas represaliadas tras la guerra civil.

La ha seguido "Violín negro en orquesta roja" de Javier Pérez, donde el autor, de la mano de un antiguo comisario zarista, se adentra en el mundo del espionaje y contraespionaje de nazis y soviéticos, en paralelo a la guerra civil española, y describe las purgas de Stalin entre sus propios altos mandos militares y políticos.

Y hoy mismo e iniciado la lectura de "Las máscaras del héroe" de Juan Manuel de Prada, un libro de 600 páginas que anuncia un largo trecho de la vida española desde la aurora de las vanguardias, la de Ultra, en los años diez, hasta el comienzo de la ominosa posguerra. Me han dicho que merece la pena. Ya veremos....