Marchas de procesión

El Viernes de Dolores y el Domingo de Ramos nos meten de lleno en Semana Santa. Aunque este año no tenemos celebraciones ni procesiones, desde este fotolog iremos recordando distintos aspectos técnicos y artísticos de las procesiones de Semana Santa. Hoy comenzamos con la música. 

La Semana Santa de Cartagena, tiene una serie de marchas propias, compuestas específicamente para determinadas Agrupaciones (pasos) y otras de compositores conocidos a nivel nacional. También las hay muy antiguas y tradicionales como el "Perico Pelao" ("Marcha lenta pito judíos") de Nicolás Antonio Pórpora, compositor napolitano del siglo XVII, que acompaña a los Soldados Romanos o el "Micaela fue a los toros" música de los tercios de Granaderos.  

Los titulares de las cofradías marchan con los sones de "Nuestro Padre Jesús" de Emilio Cebrián, el Nazareno Marrajo, "Jesús Preso" también de Emilio Cebrián, el Prendimiento Californio y "Cristo Resucitado" de José Lillo Tomás el Cristo de la Resurrección.

La marcha más antigua de nuestra Semana Santa es la "Marcha de San Juan", cuya copia más antigua data de 1891, titulada como "El Destierro", que acompaña a las agrupaciones sanjuanistas de las tres cofradías.

Otras marchas clasicas que suenan en nuestra Semana Santa son "Solemnidad" que suele acompañar a Santiago Apóstol, "Metkub" de Mariano San Miguel con la agrupación de San Pedro, "In memoriam" de Coll Agulló, con la Virgen del Primer Dolor o "Dolorosa" de Antonio San Nicolás que acompaña a la "Pequeñica" de Salzillo en la madrugada del Viernes Santo.

Desde luego hay otras muchas más, todas dignas de recordar y mencionar, pero que harían muy prolijo este comentario.

Este vídeo reproduce la marcha que a mi, personalmente, me pone la carne de gallina. Se trata precisamente de la ya mencionada "Nuestro Padre Jesús" de Emilio Cebrián Ruiz, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Cartagena en el Auditorio del Batel. Compuesta en 1935 en Jaén y dedicada al Nazareno de aquella ciudad, llamado "El Abuelo".

Es la marcha que acompaña a Nuestro Padre Jesús Nazareno en la procesiones de Viernes Santo, madrugada y noche. Entre los años 1968 y 1986, fueron 18 años y 36 procesiones las que hice acompañandole en su largo y lento caminar por la Calle de la Amargura. Es la música que respiré entre humos de incienso con la cara tapada por el capuz, Pescadería arriba hacia el Pinacho y la Plaza de la Merced. Es también la música del acto más solemne de la liturgia cuaresmal de los marrajos: El Miserere.