Mastia, la ciudad íbera

Imagen: Arquero griego del templo de Afaia

FIESTAS DE CARTHAGINESES Y ROMANOS

Con anterioridad a la llegada de los carthagineses, ya existia, sobre lo que hoy es la ciudad de Cartagena, un asentamiento íbero denominado Mastia, cuyo origen se pierde en el tiempo de la historia.

Según una antigua leyenda, habría sido el príncipe griego Teucro hijo de Telamón y de Hesiones y semihermano de Ayax, quien fundó la ciudad en el siglo XII a.C. Teucro está considerado como el mejor arquero que tuvieron los griegos en el sitio de Troya. Tras la guerra de Troya, es desterrado por su padre por no vengar la muerte de Ayax.

Llegaría entonces hasta estas tierras, fundando la ciudad de Mastia. Esta tradición viene avalada por Fray Leandro Soler, quien en el siglo XVIII, escribe una curiosa historia de Cartagena, en la que se basa en una afirmación del poeta latino Sitio Itálico, para desarrollar esta hipótesis. Asimismo vendría confirmada por Estrabón (¡Urbs collitur Teucro quondam vetusto nomen Cartago')

Mastia habitada por la tribu íbera de los mastienos, quienes debieron ser un pueblo culto y civilizado. Su importancia viene determinada por las singulares condiciones de su puerto natural, y la importancia de su cuenca minera. El salazón y el comercio son actividades que la relacionan con los habitantes del interior de la región.