Meditando sobre la libertad

"Un barco en una dársena, rodeado de muelles y de los muros de los almacenes, tiene el aspecto de un preso meditando sobre la libertad con la tristeza propia de un espíritu libre en reclusión. Cables de cadena y sólidas estachas lo mantienen atado a postes de piedra al borde de una  orilla pavimentada, y un amarrador, con una chaqueta con botones de latón, se pasea como un carcelero curtido y rubicundo, lanzando celosas, vigilantes miradas a las amarras que engrillan el barco inmóvil, pasivo, silencioso y firme, como perdido en la honda nostalgia de sus días de libertad y peligro en la mar" (Joseph Conrad-"El espejo del mar")

Este bello fragmento del autor polaco, es en si mismo un canto a la libertad. Libertad de la que se ven privados tantos presos de conciencia, que no han practicado violencia alguna, en esos países de regímenes autocráticos, donde los derechos humanos están ausentes. Miles de personas encarceladas por su raza, religión, color de piel, idioma, orientación sexual o credo. O presos políticos,encarcelados por simples "delitos" de opinión. Y es que la libertad es el más grande don que tenemos los seres humanos. 

Como dijo el escritor escocés, Robert Louis Stevenson, "No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y un camino a mis pies".