Militares en la Semana Santa

En aquellas poblaciones con tradicional presencia militar, es muy frecuente la participación de unidades militares compuestas por voluntarios en las procesiones de Semana Santa.

En el conocido como "sermón de la montaña" Jesús proclama: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios" (Mt, 5,9) Está claro que Dios no es de armas ni está por las armas sino que es un Dios de paz y está por la paz. Pero esto no le impidió a Jesús aceptar al centurión romano que acudió a él con humildad, "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente sanará", y alabar su fe "Os aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe" (Mt. 8, 8-10)

Es, por tanto absolutamente legítimo aceptar la fe de estos militares que participan en los desfiles de Semana Santa. En una ciudad con el sello castrense de Cartagena, la estrecha colaboración entre las cofradías de Semana Santa y el estamento militar se remonta al siglo XVII, en que escoltaban las imágenes de las procesiones de la ciudad. Una colaboración que ha dejado su huella en la forma de hacer las procesiones en Cartagena, donde el orden y la puntualidad son elementos diferenciales.

Es más, esta colaboración continúa en nuestros días, y es especialmente evidente el Martes Santo, cuando las imágenes de tres apóstoles son trasladadas en procesión desde distintas capillas militares donde reciben culto todo el año. Así, San Juan Evangelista lo hace desde el Parque de Artillería; San Pedro desde el Arsenal y Santiago desde el edificio del Gobierno Militar, con las consiguientes escoltas militares.

Imagen de internet: Piquete de Infantería de Marina, acompañando a la imagen de San Pedro, saliendo del Arsenal de Cartagena.