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El siglo de Oro español que se extiende entre los siglos XVI y XVII, fue un periodo de gran florecimiento de las artes. Son de sobra conocidas las grandes figuras de la literatura o la pintura, pero quizá tengamos más olvidada la música, sin duda porque no son muchas las partituras que se conservan de la época.
Hemos de destacar compositores como Juan de la Encina, músico cortesano que hizo recopilaciones de cancioneros, Luis de Narváez, que compuso destacadas obras como “La canción del Emperador”, Francisco Torre, gran representante de la música instrumental, Antonio Cabezón, músico de cámara de Carlos I y Felipe II, o las tres grandes figurass de la música sacra: Francisco Guerrero, sacerdote y maestro de capilla en Jaén y Málaga, de cuya obra cabe destacar las "Canciones y villanescas espirituales", únicas en su género por estar en lengua vernácula, Tomás Luis de Victoria sacerdote y maestro de capilla en Roma, célebre compositor polifonista, Cristóbal de Morales, sacerdote y maestro de capilla en Málaga y Sevilla, entregado a la música vocal.
Durante el barroco se inventan formas como la zarzuela y la tonadilla y se hacen célebres el padre Soler y Patiño. Algunas de las formas típicamente españolas, como la zarabanda serán fundamentales en la creación de la sonata y la sinfonía.
En la actualidad el prestigioso musicólogo Álvaro Torrente, ha emprendido una iniciativa, a la que llama “À la recherche du bal perdu”, que tiene como objetivo reconstruir e interpretar una selección de bailes cantados del Siglo de Oro de los que no se ha conservado partitura. Se trata de una propuesta de creación musical construida a partir de una investigación musicológica y la localización de textos poéticos de la época.
Imagen: “El Concierto” de Theodor Rombouts (The Cummer Museum of Art & Gardens) de Jacksonville, Florida.
Holaaa
que pases un buen dia
nos vemos
xao
astur_82Hoy a las 00:03
larocukyAyer a las 17:46
maravillas1021/04/2024
angela.6921/04/2024
728plus20/04/2024