Narbona

Nuestro recorrido por el sur de Francia concluye en Narbona, la ciudad romana más antigua de Francia, que cuenta en la actualidad con una población de 55.000 habitantes. 

En ella, a modo de conjunto monumental, encontramos prácticamente unidos el Ayuntamiento, la bella  Catedral gótica de Saint-Just-et-Saint-Pasteur, un templo inacabado (para ello habría sido necesario demoler parte de la muralla) en la que nos llaman la atención sus enormes vidrieras del siglo XIII, el órgano del XVIII junto con el coro y alguna de sus capillas, y el palacio y jardines de los arzobispos, con sus grandes torres.

En la misma plaza del Ayuntamiento encontramos los restos de la Via Domitia, que enlazaba Roma con España.

Narbona está atravesada por el canal Canal de La Robine, con el cours Mirabeau y la promenade Les Barques en sus riberas, zona con numerosas terrazas, idóneas para sentarse y disfrutar del ambiente de primavera.

También visitamos el Mercado de Les Halles, de estilo modernista, donde nos espera el autobús de regreso.

La limitación de tiempo nos impide visitar el "horreum", galerías subterráneas del siglo I a.C. que usaron los romanos como almacenes. También el Museo Lapidario o la casa natal de Charles Trenet.

Imagen de mi autoría: Ayuntamiento junto al Palacio de los Arzobispos.