Objetivos para 2018

Estamos de vuelta de hacer propósitos para el año nuevo que nunca cumplimos. Por eso debemos poner los pies en el suelo y buscar metas que sean realistas. Y realistas no significan que no sean importantes. Todo lo contrario.

Iniciemos el año 2018 con una gran sonrisa para todos los que tenemos próximos. Estrechar esas manos que nos acercan, nos enriquecen y nos hermanan. Sentir la cercanía de las personas siendo conscientes de los sentimientos, las inquietudes y los problemas que les afectan.

Exijamos de las autoridades los fines de justicia y bien común que son inherentes a los derechos humanos. Que campos como el trabajo digno, la sanidad o la educación sean prioridad en sus objetivos.

Trabajemos por la paz y el justo desarrollo. Desde nuestro entorno cercano (familia, amigos, compañeros…) hasta los rincones más olvidados de la Tierra. Acabemos con las discriminaciones y las violencias que por razones de pertenencia de clase, sexo, raza, religión o nacionalidad nos acechan cada día. Acabemos con el belicismo.

Cuidemos del nuestro entorno con el fin último de salvar el planeta. Reduzcamos nuestros consumos estériles y sobre todo tratemos de no contaminar con plásticos y elementos nocivos. Seamos conscientes de la importancia de la biodiversidad. Reciclemos en la medida que nos sea posible.

Podríamos pensar que lograr estos grandes objetivos no depende de nosotros. Nos equivocamos. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.

Y no olvidemos jamás, que ser feliz, depende de nosotros mismos.