Padre de Huérfanos

Si hablábamos la pasada semana del "Abogado de los Pobres", como una figura de carácter social habida desde la Edad Media, hoy lo hacemos del "Padre de Huérfanos"

El "Padre de Huérfanos", era un cargo designado por los Concejos Municipales, de quien dependía. Recaía, por lo común en un notario o particular honesto y con capacidad para desempeñar su función que consistía en cuidar del sustento y crianza de ellos, guiándoles con sus consejos y buscando colocación a los mozos. El concepto de huérfano podía extenderse a niños pobres y menesterosos. Generalmente solía apoyarse en albergues de caridad municipales o de la Iglesia.

La figura del "Padre de Huérfanos" está vigente hasta el siglo XIX, cuando aparecen otras instituciones como las Inclusas o Casas de Expósitos, en paralelo a las Casas de Misericordia, cuyos prototipos históricos los podemos encontrar en el Hospital de la Inclusa de Madrid o la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos de Barcelona.

También en Cartagena existió la figura del "Padre de Huérfanos". Posteriormente aparecieron La Casa de Expósitos que su ubicó en la Plaza de la Merced, La Casa del Niño junto a la calle Real o La Casa de Misericordia que ocupó la parcela del desamortizado Convento de San Diego.

Ya en el último cuarto del siglo XX, cuando las competencias recaen en la Comunidad Autónoma, se opta por la figura de "familias de acogida" con la intención de rodear a los niños de un ambiente familiar idóneo. Aunque permanecen instituciones como el Hogar de la Infacia, Centro de Primera Acogida y media estancia, regido por las Hijas de la Caridad, para menores en edades comprendidas entre 0-6 años en situación de desprotección y tutelados por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, y que en la actualidad está iniciando el Proyecto de Apoyo a la familia (taller de crianza), para familias con menores hasta 12 años, en situación de vulnerabilidad.

Imagen propia: Patio del Hogar de la Infacia de Cartagena.