Por los caminos de España: Lagunas de Ruidera

Dejamos Villanueva de los Infantes, pero seguimos en el Campo de Montiel, para llegar a las Lagunas de Ruidera,  un oasis en medio de la áspera llanura manchega. Este Parque Natural está formado por quince lagunas naturales situadas entre las provincias de Albacete y Ciudad Real. De origen tectónico, han obtenido su nombre por el ruido de las escorrentías de agua cuando en la edad media se hablaba de “la roidera del Guadiana”.

Recuerdo pasar, hace años, un largo fin de semana con pernocta en estos parajes llenos de belleza, paz y tranquilidad.  Cerca de la laguna de San Pedro y del camino que lleva a la ermita del mismo nombre, se encuentra la Cueva de Montesinos, a la que Miguel de Cervantes hizo descender a D. Quijote, quien se quedó profundamente dormido y aquí tuvo el mágico sueño en que se encuentra con Montesinos, personaje recurrente de la épica castellana. "Apenas me dijo que era Montesinos, cuando le pregunté si fue verdad lo que en el mundo de acá arriba se contaba, que él había sacado de la mitad del pecho, con una pequeña daga, el corazón de su grande amigo Durandarte y llevádole a la señora Belerma, como él se lo mandó al punto de su muerte (...)"

Muy próximos se encuentran los restos del llamado Castillo de Rochafrida. Quienes gustamos de la naturaleza, encontramos aquí muchas especies de aves acuáticas (ánade real, pato colorado, focha común, somormujo, porrón moñudo) y gran cantidad de rapaces, anfibios, avutardas y sisones.

En cuanto a la comida, estas tierras producen tres ingredientes básicos en cualquier cocina: azafrán, vino y queso. Pero de la gastronomía manchega hablaremos otro día. 

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