Por los caminos de España: Puerto Lápice

Desde Madridejos entramos de nuevo en la provincia de Ciudad Real, y es Puerto Lápice, histórico cruce de caminos, estación habitual de los mercaderes de seda que se dirigían a Murcia, la primera población que encontramos.

Aquí es visita obligada el lugar conocido como Ventas de Puerto Lápice, conjunto de posadas o quinterías. En una de ellas, la Venta del Rincón recrea Cervantes una de las escenas más celebres de su inmortal obra: "luego que vio la venta se le representó que era un castillo con sus cuatro torres y chapiteles de luciente plata, sin faltarle su puente levadizo y honda cava, con todos aquellos adherentes que semejantes castillos se pintan" (Capítulo 2 de la 1ª parte)

Este lugar conocido actualmente como la Venta de don Quijote, ejemplarmente restaurada, conserva el patio, el pozo y brocal, el bebedero y la cueva (bodega) originales. Es el escenario donde el hidalgo quedó prendado al contemplar dos bellas mozas, que no dudó en nombrarlas damas y aquella misma noche de luna llena don Quijote velaba armas, para ser nombrado caballero a la mañana siguiente.

Además se conserva la Posada del Rincón, construida sobre los restos del Castillo del Foso, donde según la tradición se alojó el emperador Trajano, y la de Dorotea Jiménez, que Azorín menciona en su Ruta de Don Quijote, convertidas en viviendas particulares.

Puerto Lápice es una pequeña población de apenas 1.000 habitantes, donde se puede visitar su Plaza Mayor, bella plaza manchega con soportales de madera a dos alturas y la iglesia parroquial del Buen Consejo (siglo XIX) donde destacan elementos neorrománicos y las arquivoltas de la entrada.

Imagen de internet: Venta de don Quijote