Querido Fernandito

Querido Fernandito:

Haciendo una excepción a nuestra costumbre, hemos considerado oportuno contestar a tu carta de este año, para puntualizar algunos conceptos que estás manejando de manera errónea. 

Quieres un mundo mejor .... ¡naturalmente! .... ¡y nosotros también!. Y aquel Niño hasta el que nos condujo la estrella también.

Vamos a refrescarte la memoria. ¿Recuerdas el Libro del Génesis?. Dice así: "El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado". Es decir le dió al hombre ese mundo mejor, ese mundo de perfección. Lo puso a su disposición. Y dió al hombre algo que aún hoy tenemos en principal aprecio: LIBERTAD.

Tanto fue así, que el hombre, en uso de su libertad, prefirió escuchar los cantos de sirena de la serpiente, y pensó que estaba por encima del bien y del mal, a pesar de estar advertido. Más aún; en rescate del hombre, para devolverle ese mundo mejor, Dios se hizo carne en la persona de aquel Niño de Belén, y el hombre en uso de su libertad, acabó crucificándolo. 

Sin embargo aquel crucificado, resucitó. Y nos dejó un gran arma para conquistar ese mundo mejor: su PALABRA. "Bienaventurados los pobres, los desheredados, los afligidos,los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz ..."(Mt, 5); "Bienaventurados los que escuchan la PALABRA de Dios y la cumplen" (Lc, 11).

Verás, Fernandito, resulta que somos los hombres, quienes estamos llamados a hacer buen uso de nuestra libertad y cumpliendo su PALABRA, conseguir un mundo mejor. Nosotros por muy santos y magos que nos quieran hacer, somos simples adoradores del Niño y proclamadores de su gloria. Y no podemos pedirle que arme un ejército celestial para poner orden en el mundo. No podemos tentar a Dios como hizo el diablo "Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra" (Mt, 4). Porque Dios, sí respeta su creación y respeta la LIBERTAD del hombre.

Ahora, somos nosotros, los Magos de Oriente, quienes te pedimos a ti, Fernandito, que trabajes por un mundo mejor. El hombre, en uso de su libertad, es quien tiene que acabar con la injusticia y la sinrazón y dar la espalda de una vez por todas, a la serpiente.

Con todo cariño, MELCHOR, GASPAR, BALTASAR

Imagen: Tríptico de la Epifanía, de Hans Memling (1433-1494). Óleo sobre tabla. Museo del Prado de Madrid.