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En la imagen una pareja de patos mandarines se acicala a orillas del río Solyonaya Protoka, en las cercanías de la ciudad de Vladivostok, en el krai de Primorie en Rusia.
Hablamos de una especie originaria de Asia oriental, dotada de una singular belleza, aunque con un claro dimorfismo sexual, pues el multicolorismo de los machos es en las hembras un discreto plumaje de tono pardo. Y debido a esta belleza ha sido cazado masivamente para su exportación a parques y colecciones de todo el mundo. Esto, unido a la destrucción de su habitat, ha reducido de forma apreciable sus poblaciones.
Ave migratoria, pasa el invierno en Japón, Corea y el sudeste asiático. En estas fechas regresa al los territorios de Rusia oriental para aparearse y anidar esperando la eclosión de sus primeras puestas para finales del mes de julio.
Con cierta frecuencia algunos especímenes escapan de colecciones, y en el siglo XX se han asilvestrado algunas poblaciones, la más importante en el Reino Unido, con unas 1000 parejas.
Imagen: Cordon press
Bonita foto de esos hermosos patos que a la vez curiosos , feliz miercoles
Buenas tardes mi querido Fernan, muy lindos los patitos mandarines que hoy nos brindas, me encantan y muy curiosa su historia, un abrazo, seguimos con tiempo desapacible, unos momentos de sol y otros nublado.
La verdad es que son una preciosidad.
Buena información .
Un saludo.