Sabiote

Antes de concluir nuestro recorrido por tierras jienense, visitamos la localidad de Sabiote, situada en la comarca de La Loma de Úbeda, con una población aproximada de 4.000 habitantes. Sabiote es una villa medieval y renacentista que intenta diversificar su economía sumando al sector agrícola una incipiente industria turística, para lo cual dispone de distintos alojamientos y casas rurales.

Conocida en época romana como Julia Salaria, capital de la colonia Salariense, fue fortificada por los árabes con una alcazaba. La conquista cristiana fue llevada a cabo en el año 1226 por el rey Fernando III y cedida en señorí­o a la Orden de Santiago. El rey Sancho IV la incorporarí­a a la Corona. Finalmente Carlos I la encomendó en señorí­o a su secretario Francisco de los Cobos.

La primera visión de Sabiote son sus murallas, que conservan algunas de las antiguas puertas (originariamente eran seis) que daban acceso a la villa, entre ellas la puerta del Chirigote, la del Pelotero o de San Bartolomé y la morisca puerta de Granada.

Nos dirigimos directamente al Castillo, levantado en el siglo XIII sobre la alcazaba árabe. Pero fue en el siglo XVI cuando Francisco de los Cobos encarga al arquitecto Andrés de Vandelvira transformar esta fortaleza medieval en un palacio renacentista. Fue declarado Monumento Nacional en 1931, pero durante años no fue otra cosa que escombrera y lugar de juego para niños. El interés de Sabiote por recuperar su historia y su patrimonio ha conseguido de sus propietarios actuales una cesión a cambio de un alquiler simbólico, y con un lento pero constante trabajo, se han ido recuperando diversas zonas, como parte del patio principal, las caballerizas, o la torre del homenaje, donde se encuentra instalada una exposición permanente con documentos y objetos relacionados con el inmueble. Cada año, además, la población acoge unas Jornadas Medievales en las que participan sus habitantes

Nuestra visita a la villa se inicia en El Albaicín, barrio medieval de calles estrechas y viviendas de origen mudéjar o judío. Nos encontramos con la impresionante Iglesia de San Pedro, reedificada en el siglo XVI con trazado de Alonso Barba, discípulo de Vandelvira y terminada por Juan de Aranda Salazar. Su portada norte es de estilo gótico isabelino, pero en la sur o Puerta del Sol predomina el plateresco. Desafortunadamente no está abierta para visitas.

Y así llegamos a la zona del Ayuntamiento, con sus calles jalonadas de casas renacentitas y donde podemos ver la Iglesia de Santa María (ss. XVI y XVII) y Convento de Las Carmelitas, así como el Palacio de Los Moreno-Villena, la Puerta de la Villa, la Plaza Alonso de Vandelvira ...

Aquí el plato tradicional son los "andrajos", guiso de tortas de harina con un sofrito de tomate, cebolla, ajo, pimiento rojo, habitualmente hecho con carne de caza, en especial con conejo de monte, pero que actualmente tiene diversas variantes.

En resumen, un pueblo con encanto para terminar nuestro recorrido jienense en este mes de abril de 2023