Samaritana

La Conversión de la Samaritana, es una escena que no pertenece al ciclo de la Pasión,  pero por su simbolismo es incluida en los desfiles procesionales de Semana Santa. En Cartagena, forma parte de las procesiones californias desde el año 1773. Por entonces con un grupo obra de Francisco Salzillo Alcaraz, muy apreciado por su belleza y valor artístico, que desgraciadamente fue destruido durante la persecución religiosa de 1936.

El grupo escultórico actual se debe a la gubia de José Sánchez Lozano, siendo una obra muy similar a la perdida, que colma las expectativas californias. Desfila desde 1945; primeramente lo hacía en la procesión de Miércoles Santo y desde 1963 en la procesión de Domingo de Ramos.

El pasaje de la mujer samaritana nos lo narra el capítulo 4 del Evangelio de San Juan. Jesús se encuentra con ella en Siscar, ciudad de Samaria. Sin conocerla de nada, sabe los detalles de su vida. En la conversación, Jesús se le manifiesta como el Cristo: "El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para viva eterna". Aquella mujer se llena de fe. Algo se ha quebrado en su vida. Habla con tal valor de Jesús como el Mesías, que muchos samaritanos creen en Cristo por el testimonio de la mujer. Como fruto de su encuentro con Jesús, se convierte de pecadora en apóstol.

La reflexión es: Cuando Cristo se me ha manifestado personalmente, ¿He sido capaz de escucharle, de convertirme a Él?; ¿Tengo sed del agua viva que Él ofrece?

Imagen: http://www.sanpedroapostolcartagena.es/