San Pedro y el gallo

Imagen: fotos.laverdad.es: San Pedro Apóstol. Talla de José Sánchez Lozano. Semana Santa de Cartagena. 

Como hombre vinculado a las tareas marineras, San Pedro en Cartagena, figura como operario del Arsenal Naval bajo el nombre de Pedro Marina Cartagena. A tal efecto para poder salir en procesión, necesita un permiso de “franco de ría” que el Almirante Jefe del Arsenal le concede cada Martes Santo con la condición de que esté de regreso antes de la medianoche del Miércoles Santo. Aunque debido a la hora de recogida de la procesión, San Pedro siempre regresa tarde. 

La anécdota surgió en una ocasión en que antes de su regreso las gentes advirtieron que el gallo que se sitúa a sus pies, y que le recuerda su pecado de negación, había perdido un anclaje y amenazaba con caer. Gritaron “¡el gallo! ¡el gallo!” y la banda de música creyendo que se trataba de una petición se arrancó con los acordes del conocido pasodoble “Gallito”. Esto ocasionó que los portapasos perdieran su pausado paso y el movimiento del trono y la talla adquiriera un ritmo extraño, como de borracho. Desde entonces se ha hecho tradición que antes de llegar al Arsenal la banda toque el pasodoble, de manera que el Almirante del Arsenal se ve en la necesidad de arrestar a San Pedro por llegar tarde y ....¡borracho!