The Mystery Man

No podíamos pasar por Caravaca sin visitar la Exposición "The Mystery Man", que desde el pasado 15 de marzo y hasta el 15 de julio permanece abierta en la antigua iglesia de la Compañía de Jesús. La exposición ya fue un éxito de visitantes en su paso por Salamanca y Guadix.

La muestra está distribuida en varias salas en las que se desglosan los aspectos más importantes de uno de los grandes enigmas de la historia: ¿Quién era el Hombre de la Sábana Santa?. La ciencia forense ha demostrado que la tela, en algún momento de su historia, cubrió a un hombre que sufrió torturas, lo que coincide con los datos que transmiten los relatos evangélicos: la coronación de espinas, flagelación, crucifixión y lanzada en el costado. Los diversos estudios realizados siguen sin poder establecer cómo pudo formarse la extraña imagen. Aún no se han explicado su carácter de negativo, las tres dimensiones y la ausencia de pigmentos.

Como sabemos, la Sábana Santa de Turín, también conocida como Síndone, es una sarga de lino tejida en espiga de 430 x 110 centímetros, una pieza a la que la tradición cristiana atribuye haber envuelto el cuerpo de Jesús tras su muerte. En ella se aprecian 250 golpes y 150 latigazos infligidos con los llamados flagellum, un flagelo de cuero con bolas de hierro en sus extremos.

A la largo del recorrido podemos observar 30 denarios similares a los que se usaron para hacer el pago de la traición a Judas; la recreación de dos tipos de flagelos romanos y del Titulus Crucis, escrito en hebreo, latín y griego, como dicen los Evangelios; y una colección de 8 lanzas romanas de distintos modelos, entre los que se encuentra el de la que se usó para alancear a Jesús. También, la reproducción de la Cruz, y del Santo Sepulcro, así como una recreación de la cripta medieval en la que se halló la Sábana Santa y de la cámara fotográfica con la que Secundo Pía, en el año 1898, realizó una fotografía a la Sábana en la que descubrió que la imagen impresa es un negativo fotográfico.

Pero lo más impactante de la exposición nos llega al final, cuando nos situamos frente a frente con una escultura hiperrealista, obra de Álvaro Blanco, basada en la imagen del hombre que muestra la Sábana Santa, y que la Iglesia identifica con Jesús. 

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