Tiempo de Adviento

No. El inicio del Adviento no lo marca el Black Friday ni el encendido de luces navideñas. El inicio del Adviento viene determinado por el encendido de la primera de las cuatro velas que marcan un camino de esperanza.

Vivimos tiempos convulsos, donde nos sentimos amenazados por el cambio climático, por las consecuencias de una pandemia mundial que no terminamos de controlar, por el cambio en el mundo laboral que supone el teletrabajo, por la falta de garantía de nuestras pensiones, por un IPC disparado, por la escasez de recursos en amplias zonas del planeta, por una crisis económica de la que aún no conocemos sus auténticas dimensiones, por las violencias, por el estrés, por los radicalismos políticos, los populismos, las xenofobias, etc

Al encender la primera vela de Adviento, encendemos una vela de esperanza, basada en la expectativa de la venida de Cristo. No solo en la rememoración de lo ocurrido hace más de 2.000 años, sino en la parusía: "Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación". (Lucas, 21, 27-28).

La fe es creer a pesar de lo que tantas veces vemos. Es creer, como dice San Pablo "contra toda esperanza". El tiempo de Adviento nos invita a la esperanza y la alegría. Nos invita a soñar el mismo sueño de Dios, el sueño de la fraternidad, del amor, de la justicia. El sueño del Reino de Dios.