Se cuenta que un importante emperador le pidió a un joyero que fabricase un anillo que le recordara, en los momentos de júbilo, que no debía ensoberbecerse y, en los momentos de tristeza, que no debía abatirse. Abrumado por el encargo, el joyero buscó consejo entre personas sabias, cuando un anciano le dijo "Fabrica un anillo de oro con la inscripción: También esto pasará". Así lo hizo el joyero, y el emperador quedó sorprendido y satisfecho con la sentencia.

Estamos atravesando unas circunstancias muy difíciles, con pavorosas cifras de muertos por la pandemia y no sabemos hasta donde puede llegar. Y las autoridades, que en materia de prevención han actuado tarde y mal, tratan ahora de contener el desaliento. Por eso en Londres se puede ver esta valla publicitaria en la que puede leerse el mensaje: "Por favor, cree. Estos días pasarán".

Pasarán, si. Porque todo pasa y también esto pasará. Pero dejará un enorme desgarro en aquellos que han perdido a sus seres queridos o en aquellos que han perdido su pequeño patrimonio y su medio de vida. Un desgarro que sentiremos todos, porque cuando esto pase la economía será una economía similar a un periodo de postguerra, en el que hay que partir de cero en buena parte de los sectores de actividad.

Necesitaríamos para entonces unos políticos responsables y competentes, capaces de olvidarse de demagogias ideológicas para dar respuestas válidas al reto que tendremos por delante. Particularmente, no veo a esos políticos entre quienes hoy encabezan los distintos partidos, ni del gobierno ni de la oposición. Como suele decirse, cuando esto pase....¡que Dios nos pille confesados!

Imagen de AP.