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Cuando el pasado año de 2017 visitaba Bergen en Noruega (ver mi actualización https://fotolog.miarroba.com/corremundos/bergen-2042/) supe de una de sus tradiciones: Cada año los niños de sus escuelas contribuyen a levantar para Navidad un precioso pueblo nevado con casitas de colores y... dulces. Como aquella casita de chocolate que hallaran Heansel y Gretel pero sin bruja. Así levantan casas en miniatura, trenes, coches y barcos todos ellos hechos de pan de jengibre, tomando el nombre de Pepperkakebyen
Pepperkakebyen, que ya cuenta con 20 años de tradición, se ubica en el centro de la ciudad, en la calle Torgallmenningen, zona muy animada durante cualquier época del año y que en estas fechas tendrá un encanto especial gracias a la decoración navideña.
Unas galletas de jengibre y un vino caliente pueden obrar el milagro (eso dicen) de convertir estas frías tierras noruegas en cálidas y acogedoras.
Imagen de Marot Hommedal (EFE)
Muchas gracias por tu comentario. En realidad, mi afición a los belenes viene de mis orígenes murcianos, y quizá por eso me gusta incluir escenas poco habituales, como en el maravilloso de Salzillo. Muchas gracias de nuevo, y el atentado de Cartagena que comentabas ayer, absolutamente despreciable; por desgracia, seres mezquinos los ha habido siempre, los sigue habiendo y los habrá.
Una bonita tradición que se entronca en cierto modo con la de los pueblitos que colocamos en los nacimientos de por aquí.
Y sí, dicen que el vino caliente obra prodigios contra el frío pero que también se sube más a la cabeza.
Un abrazo y muy feliz velada.
maravillas10Ayer a las 21:11
violemiviAyer a las 10:08
angela.6904/02/2025
Joaki-00703/02/2025
policered02/02/2025