Un año de Fukushima.

En el fondo todos lo sabíamos desde hace mucho tiempo: la energía nuclear nunca es segura. Chernobil nos mostró de forma descarnada las consecuencias de un accidente nuclear. Pero el capitalismo nuclear ha gastado miles de millones de dólares en información intoxicada que nos hablaba de Alicia en el Pais de las maravillas.

Hoy hace un año, el 11 de Marzo de 2011, tras el terremoto y el tsunami, se produjo el accidente en la Central Nuclear de Fukushima. Ochenta mil personas fueron evacuadas con lo puesto. La agricultura y ganadería, arruinada para siempre. La zona de exclusión se mantiene a veinte kilómetros de la planta, y nadie sabe ni cuándo, ni cómo podrán volver a sus casas.

El documental japonés "Nación Nuclear", presentado en el último Festival de Berlín, nos cuenta la otra historia de Fukushima.

Desde entonces, Japón ha cerrado todas menos dos de sus 56 nucleares. Alemania apagó sus 8 reactores más antiguos inmediatamente después del accidente; los 9 que todavía operan serán desconectados entre 2015 y 2022. En Italia, un referendum rechazó los planes de retomar el programa nuclear del entonces primer ministro Berlusconi. Suiza decidió no actualizar las cinco centrales activas hoy.

Pero otros, como el gobierno español, callan y miran para otro lado.