Un paseo por Santiago de Compostela

Viajar a Galicia y no visitar la ciudad del Apóstol sería pecado mortal. Compostela, cuyo nombre parece derivar "campus stellae", o "campo de la estrella", por aquella estrella que, según la tradición, se le apareció a Teodomiro indicándole el lugar del enterramiento del apóstol, ciudad de larga tradición universitaria, es con sus 100.000 habitantes la capital administrativa de Galicia.

Iniciamos en esta ocasión nuestra visita por la Iglesia de San Francisco del Valle de Dios, monasterio franciscano en el siglo XIII, reconstruido entre los siglos XVII y XVIII, reuniendo estilos barroco y neoclásico. Mantiene la tradición de la peregrinación del santo de Asís a esta ciudad en 1214. Aquí se halla el El Museo de Terra Santa, que guarda objetos referentes a los Santos Lugares, así como otros de la tradición peregrina.

En el exterior, observamos el Monumento a San Francisco de Asís, de doce metros de altura, realizado con ocasión del séptimo centenario de la muerte del santo de Asís, por el escultor Francisco Asorey, e inaugurado en 1930.

Continuamos por la calle San Francisco, junto a la Facultad de Medicina, para llegar a la Plaza del Obradoiro, centro monumental de la ciudad. Cierran la plaza los edificios de la Catedral , el Hostal de los Reyes Católicos (hoy Parador Nacional y antaño hospital de peregrinos); el Colegio de San Xerome (sede del rectorado de la universidad), y el Palacio de Raxoi (sede del Ayuntamiento de Santiago), edificios que en definitiva son representación de los principales polos de la vida de la capital gallega: la religión, la educación universitaria, la atención al peregrino y al viajero, y la Administración.

En el entorno de la Catedral, el Palacio de Xelmirez (Palacio Episcopal), Iglesia de San Martín (Seminario Mayor), la Casa de Parra, barroca del siglo XVII, San Pablo de Antealtares, también barroco del XVII, la Casa de Conga, antigua vivienda de canónigos del XVIII, o la Casa del Cabildo, con monumental fachada barroca levantada frente a la Puerta de Platerías. Entramos en el interior del Templo. Es cerca de mediodía y está a punto de iniciarse la Misa del Peregrino.

Finalizamos la mañana dando un paseo por la conocida calle del Franco y alrededores para sentarnos en una terraza a degustar un buen albariño, que abre boca para la comida.

Iglesia de San Francisco

Estatua a San Francisco

Fachada Obradoiro

Interior de la Catedral, antes de iniciarse la Misa del Peregrino

Claustro de Fonseca